Miles de veces he escuchado a personas decirme que el amor
verdadero debe ser mi prioridad, y me he visto condicionada a experimentar ese
amor, aunque no tan segura de estar lista para ello, esperando a que llegue ese
alguien y me diga las palabras mágicas.
No es que no me haya enamorado antes, es sólo que creo que
nadie se ha enamorado de mí. No me ha pasado que alguien haya hecho algo
verdaderamente romántico para mí hasta el grado de derretirme y hacerme temblar
hasta los huesos, no me ha pasado que alguien se juegue todas sus cartas por
mí; tal vez, no soy una mujer para enamorarse.
Puede ser que sea una mujer a la que respetes o admires,
quizá soy una chica a la que ves y te preguntas ¿Cómo hace eso?, puedo ser la
mujer que busques cuando necesites apoyo, pero… resulta que soy la mujer más
complicada del mundo, no puedo simplemente entregarte mi amor a manos llenas,
también tú tienes que cederme algo. Puede también que te marches de mi lado porque
encontraste a una mujer que te satisface en lugar de una mujer que te haga
pensar.
No soy una mujer para enamorarse, no quieres pasar horas
mirándome, no soy aquella chica delicada
por la que decidas luchar contra el mundo.
No voy a caminar detrás de ti, voy a caminar contigo, no soy
una mujer que tienes que proteger, no soy tan frágil como para romperme, tengo
cicatrices de batalla que me han hecho fuerte, decidida y soñadora, heridas que
tal vez se parezcan a las tuyas y son parte de mi historia.
No soy una mujer de la que te enamoras, soy una mujer a la
que aprendes a amar, y sé que el día en que alguien me diga que está
verdaderamente enamorado de mí, será real, será un amor por el que valga la
pena luchar… un amor para compartir mi corazón entero…
No hay comentarios:
Publicar un comentario