viernes, 27 de febrero de 2015

Desperté y...

“Desperté, y me dí cuenta de que el tiempo no había pasado.
Moví el interruptor y una tenue luz acarició el lugar.
Sólo entonces noté lo solitaria que me encontraba. No había rastro de él por ningún lado.
Su perfume aún ocupaba la atmósfera que se convirtió en más suya que mía.

Fue una tarde triste, como todas las noches en las que me invade su ausencia. Vuelvo a verlo al siguiente día, pero no es lo mismo. Nunca será lo mismo ver a alguien de casualidad que verle cuando quieres, cuando le necesitas. 

A veces atribuyo mi añoranza a mi cobardía, que las malas decisiones pueden tener consecuencias demasiado graves. Tal vez yo nunca entendí que si alguien está con uno por amor, uno debe corresponderle con el mismo o tal vez más amor del que recibe.

Luego de pensar en él me incorporé y miré su foto.. Acaricié su foto un momento, luego la besé a la altura de sus labios sonrientes y la guardé. Soñé con él y sólo entonces di con que nunca antes en toda mi vida había deseado jamás despertarme. Aquel fue un amargo recordatorio de que uno nunca aprende a valorar a una persona hasta que la tiene lejos.”

Fue una pesadilla de recuerdos absurdos, recuerdos que invaden mis pensamientos de vez en cuando, recuerdos que no quieren irse, recuerdos que ya no quiero, recuerdos que han hecho de mí lo que soy ahora...

No hay comentarios:

Publicar un comentario